La ermita del lazareto de Abaño (San Vicente de la Barquera). Evaluación de su estado de conservación.
El progresivo deterioro que viene sufriendo el complejo del lazareto de Abaño, y en concreto de su ermita, llevó a algunos miembros del Instituto Sautuola a comenzar un proceso de trámites y actuaciones para intentar, en lo posible, frenarlo.
Este templo estuvo dedicado a San Lázaro en un primer momento en su fase de lazareto y a María Magdalena, ya como beaterio.
Se trata de una ermita de origen gótico que conserva de esta primera fase, probablemente del siglo XIV, sólo el ábside. Lo más relevante es que en las paredes interiores aparece una interesante serie de pinturas murales que incluye además de motivos geométricos dos barcos. Si en el momento de su aparición, hace ya varios años, la pintura estaba fresca y nítida, hoy día se encuentran en gran parte cubiertos por algas.
Esto se debe a que durante varios años el tejado del ábside presentaba dos importantes grietas por las que se filtraba el agua que recorría de forma laminar las paredes interiores, sobre todo la norte, en que se encuentran los barcos. Durante una visita a la ermita se constató el importante deterioro que sufrían las pinturas por lo que se creó un equipo para intentar frenar este proceso, formado por A. Rubio Celemín, J. Ruiz Cobo y A. González Riancho, los dos primeros del Instituto Sautuola. Como primer paso se solicitó autorización al Gobierno Regional para realizar un informe sobre el estado de conservación. Una vez obtenido y contando con el apoyo del Instituto Sautuola, durante varias visitas se realizó el informe que se adjunta. En estos trabajos colaboró también J.L. Rivera, miembro del Instituto Sautuola. Este informe se entregó en el Servicio de Patrimonio del Gobierno Regional y en el Ayuntamiento de San Vicente. Fue ahí donde se realizaron una serie de gestiones que llevaron a que el propietario del bien procediera a arreglar el tejado del ábside, la primera y más importante tarea.
En una segunda fase se diseñó un proyecto de rehabilitación integral de la ermita, que fue entregado al Servicio de Patrimonio y al Ayuntamiento de San Vicente. Esta última instancia lo trasladó al propietario. A comienzos de 2022 todavía se encuentra en proceso de trámite la financiación de este proyecto.
